miércoles, 28 de abril de 2010

PARA TI DE LA COLINA HE CORTADO ESTA FLOR by VICTOR HUGO


Para ti de la colina he cortado esta flor.
En la costa escarpada que hacia el mar desciende Y que sólo las águilas conocen y frecuentan.
En la roca agrietada, solitaria ella crecía.
Los costados de la triste cima de sombra
La bañaban y yo veía donde el sol ya no estaba, Como un arco brillante y rojo de victoria,
La noche oscura hacía un pórtico de nubes.
A lo lejos flotaban pequeños navíos.
En el fondo del valle unos techos temían
Llamar la atención brillando demasiado.
Para ti, mi amada, he cortado esta flor.
Es pálida y no tiene su corola perfume,
Su raíz no atrapó en la cima del monte
Sino el olor amargo de las algas marinas;
Mas dije: "pobre flor, desde lo alto de esta cima
Debieras descender hacia el abismo inmenso
Adonde van las algas, las nubes y los barcos,
Pero muere en su pecho, abismo aún más profundo,
Marchítate en su seno, donde palpita un mundo.
El cielo que te creó para perder tus pétalos
Te destinó a la mar y yo te entrego al amor".
El viento levantaba las olas, y el día ya no era
Sino un destello pálido, lentamente borrado.
¡Ay, cuánta tristeza había en mis pensamientos
Mientras el negro precipicio penetraba
mi alma
Con el frío estremecimiento del ocaso!

martes, 27 de abril de 2010

PLENITUD by VICTOR HUGO




Puesto que apliqué mis labios a tu copa llena aún,y puse entre tus manos mi pálida frente;puesto que alguna vez pude respirar el dulce alientode tu alma, perfume escondido en la sombra.
Puesto que me fue concedido escuchar de tilas palabras en que se derrama el corazón misterioso;ya que he visto llorar, ya que he visto sonreír,tu boca sobre mi boca, tus ojos en mis ojos.Ya que he visto brillar sobre mi cabeza ilusionadaun rayo de tu estrella, ¡ay!, siempre velada.Ya que he visto caer en las ondas de mi vidaun pétalo de rosa arrancado a tus días,
puedo decir ahora a los veloces años:¡Pasad! ¡Seguid pasando! ¡Yo no envejeceré más!Idos todos con todas nuestras flores marchitas,tengo en mi álbum una flor que nadie puede cortar.
vuestras alas, al rozarlo, no podrán derramarel vaso en que ahora bebo y que tengo bien lleno.Mi alma tiene más fuego que vosotros ceniza.Mi corazón tiene más amor que vosotros olvido.

Versión de L. S.







acerca de VICTOR HUGO TEXTO COMPLETO AQUI

Victor Hugo
22 de mayo. La multitud se agolpa en torno al cetro del ex-alcalde de París, par de Francia, vizconde..., hijo de su tiempo y leyenda de un siglo.
El hombre que escribió las Odas, a cuya cabeza le fue puesto precio, hombre cuya casa fue apedreada, tan amable como fogoso, voluptuoso, recargado, risueño, pintor, poeta, novelista, bonapartista, monárquico, socialista, esotérico, clasista, libre y esclavo.
Aquel sueño que hoy conocemos por el nombre de Victor Hugo fue padre de cinco hijos que vio morir, cuatro naturalmente, la última a manos de la locura. Casado, amante, fauno fiel, todo esto fue este sueño que reinó durante todo el siglo XIX, que contempló golpes de Estado, que participó en revueltas, que fue amado y reverenciado, en exceso, nunca como merecía, más de lo deseado... Fue el siglo de Victor Hugo.
Victor Hugo, hijo de un héroe de los tiempos de La Revolución Francesa y de una mujer renana... Tuvo una infancia tranquila, años felices (algunos de ellos transcurrieron en Madrid). Fue criado por su madre y el amante de éste, que luego sería condenado a muerte. Su padre, alejado, viviría con otra mujer (apodada «la generala»): Hecho este de gran trascendencia, ya que el propio Hugo repetiría semejante circunstancia (que mantuvo relaciones con «su» Julieta durante más de treinta años).
Pronto llegaron los premios y la enfermedad que coronaría su vida de laureles y sufrimientos: voluptuosidad. Incurable, intratable, único mal del que el enfermo no espera jamás poder recuperarse. Pronto contrajo matrimonio con la que sería su mujer en la distancia: Adèle Foucher. Años felices, años en los que escribe dramas teatrales como «Hernani», años de lucha política... Muy pronto escribe la que muchos consideramos es su gran novela: «Nuestra Señora de París».
El siglo es audaz y laberíntico, sin freno, y así Victor Hugo corre y escribe.
Poco dura la estabilidad para el enfermo. Los ecos del París, ciudad del amor y de los poetas que comienzan a despuntar... Su reverenciado Chateaubriand (lee muy joven «El genio del Cristianismo») es una influencia definitiva: «Como Chateaubriand o nada», diría en su temprana juventud. Sus tendencias políticas se ven puestas a prueba. Emperadores y nobles le colman de alabanzas, emplea estas influencias para su arte, su verdadera vocación. Como hiciera Beethoven, dedica obras a los «Bonapartes Chicos» de turno. Pronto «Notre Dame de París» se convierte en el primer best-seller de la época... Hugo se pierde en vericuetos políticos y amores de diversa índole. Julieta, la que sería su fiel compañera, ya ha hecho su aparición.
Estallan conflictos, Hugo es nombrado alcalde de París (aunque se mantiene más bien poco en su cargo). Más tarde tiene que refugiarse, huye como exiliado. Dumas apoya, Balzac muere, se ha ganado la admiración y el respeto de Delacroix: Hugo, humanista convencido en los grandes salones de la más rancia aristocracia.
Se refugia en la isla de Jersey, escribe «Los Miserables», más poemas, «La Leyenda de los Siglos», más poemas, mística, esoterismo, cábala... Cada día toma un baño en el mar, escribe de pie, profeta convencido de su mensaje que pretende fundar una nueva religión... Vuelve a París, apedrean su casa, se exilia, regresa... Julieta muere, la vida del anciano de ochenta años llega a su fin. Nos deja el legado de un siglo contemplado por una de las plumas más hábiles del siglo de todas las revoluciones. 22 de mayo.



viernes, 23 de abril de 2010

NOCHE DE JUNIO by VICTOR HUGO


Noche de junio Muere el día en verano. De sus flores cubierto,vierte el campo a lo lejos un perfume embriagante.Con los ojos cerrados y el oído entreabierto,dormimos en un sueño más claro y fascinante.Es más grata la sombra y el lucero es más puro.Una luz imprecisa los espacios colora,y el alba dulce y pálida, esperando su hora,vaga toda la noche al pie del cielo oscuro.

Versión de Andrés Holguín

jueves, 22 de abril de 2010

SI PUDIERAMOS IR by VICTOR HUGO


Si pudiéramos ir
Él decía a su amada: Si pudiéramos ir los dos juntos, el alma rebosante de fe, con fulgores extraños en el fiel corazón, ebrios de éxtasis dulces y de melancolía, hasta hacer que se rompan los mil nudos con que ata la ciudad nuestra vida; si nos fuera posible salir de este París triste y loco, huiríamos;no se adónde, a cualquier ignorado lugar, lejos de vanos ruidos, de los odios y envidias,a buscar un rincón donde crece la hierba, donde hay árboles y hay una casa chiquita con sus flores y un poco de silencio, y también soledad, y en la altura cielo azul y la música de algún pájaro que se ha posado en las tejas, y un alivio de sombra... ¿Crees que acaso podemos tener necesidad de otra cosa en el mundo?



Versión de Víctor M. Londoño

miércoles, 21 de abril de 2010

LOS NIDOS by VICTOR HUGO


Cuando el soplo de abril abre las flores,buscan las golondrinas
de la vieja torre las agrestes ruinas;los pardos ruiseñores
buscando van, bien mío,el bosque más sombrío,para esconder a todos su morada
en los frondosos ramos.y nosotros también, en el tumulto
de la inmensa ciudad, hogar oculto
anhelantes buscamos,donde jamás oblicua una mirada
llegue como un insulto;y preferimos las desiertas calles
donde la turba inquietaen tropel no se agrupa; y en los valles
las sendas del pastor y del poeta;y en la selva el rincón desconocido
donde no llegan del mundo los rumores.
Como esconden los pájaros su nido,vamos allí a ocultar nuestros amores.

Versión de Salvador Díaz Mirón

miércoles, 14 de abril de 2010

QUE SALGA EL INDIO ENTRE LAS PIEDRAS**by Mario Melendez




Que salga el Guayasamín que cada uno tenemos
que salga el indio entre las piedras, médula a médula
el gran precipicio que somos, la gran llaga ecuatoriana
y lo que cae del ojo al cielo, y lo que arruga el aire
y lo que sale de nosotros mismos como una rosa deforme
y lo que araña más adentro que salga
que salga el trueno, la bocanada, el relámpago
la hebra furiosa y tuerta que mira sangrar el alma
y aquí, en esta jaula ardiente que es América de luto
están pendiente los nombres de aquellas manos clavadas
de aquellos pies desahuciados, de aquellos huesos de humo
de aquel sueño arrojado al gran ataúd del miedo
o simplemente del árbol con sus ramas infinitamente secas
Porque no estamos muertos, no estamos
y hay uno que ahora brinca por encima de los sables
y hay uno que bebe fuego y lleva alas de ceniza
y hay uno que agrieta el río con su cráneo universal
y hay uno que dice yo, yo soy el indio entre las piedras
y todo el horror humano se me apaga en el cuerpo
y tengo lágrimas y penas
y el corazón como una luna borracha
y el esqueleto dormido, y la mandíbula tiesa
y a mi oído brama el perro de las noches podridas
y a mi boca rueda el beso de la angustia que mata
Y yo pinto, yo pinto con mi voz y con mis uñas repletas
yo pinto con mi oxígeno la cicatriz del viento
raspo la puñalada maldita de los siglos
me sumerjo en el ácido mortal de las pupilas andinas
desnudo el recuerdo de la calavera sombría
y en mí sobreviven las tripas cortadas de cuajo
y cada grito soy yo, cada mejilla nacida del grito
cada suspiro fatal y su patria de aguja
cada mujer, cada hombre
cada animal volteado en la vértebra dramática
todos y cada uno de ellos
y en todas partes la vida como un sol amargo
y yo, hinchado de colores
cierro las alas y duermo sobre la tristeza



sábado, 10 de abril de 2010

Ahuyentemos el tiempo, amor... by Gioconda Belli



Ahuyentemos el tiempo, amor,
que ya no exista;
esos minutos largos que desfilan pesados
cuando no estás conmigo
y estás en todas partes
sin estar pero estando.
Me dolés en el cuerpo,
me acariciás el pelo
y no estás
y estás cerca,
te siento levantarte
desde el aire llenarme
pero estoy sola, amor,
y este estarte viendo
sin que estés,
me hace sentirme a veces
como una leona herida,
me retuerzo
doy vueltas
te busco
y no estás
y estás
allí
tan cerca.

miércoles, 7 de abril de 2010

CASTILLOS DE ARENA by GIOCONDA BELLI


Castillos de arena ¿Por qué no me dijiste que estabas construyendo
ese castillo de arena?
Hubiera sido tan hermoso
poder entrar por su pequeña puerta,
recorrer sus salados corredores,
esperarte en los cuadros de conchas,
hablándote desde el balcón
con la boca llena de espuma blanca y transparente
como mis palabras,
esas palabras livianas que te digo,
que no tienen más que el peso
del aire entre mis dientes.
Es tan hermoso contemplar el mar.
Hubiera sido tan hermoso el mar
desde nuestro castillo de arena,
relamiendo el tiempo
con la ternura
honda y profunda del agua,
divagando sobre las historias que nos contaban
cuando, niños, éramos un solo poro
abierto a la naturaleza.
Ahora el agua se ha llevado tu castillo de arena
en la marea alta.
Se ha llevado las torres,
los fosos,
la puertecita por donde hubiéramos pasado
en la marea baja,
cuando la realidad está lejos
y hay castillos de arena
sobre la playa...



Reseña biográfica

Poeta y novelista nicaragüense nacida en Managua en 1948.
Junto a Ernesto Cardenal y Claribel Alegría, inició la renovación de la poesía en su país. Un marcado acento erótico impregna buena parte de su obra, aunque la última producción denota una gran preocupación por los cambios políticos de su patria.
Entre los libros más reconocidos, se destacan «Sobre la grama» y «Eva». ©

lunes, 5 de abril de 2010

Estoy viva como fruta madura...by GIOCONDA BELLI




Estoy viva
como fruta madura
dueña ya de inviernos y veranos,
abuela de los pájaros,
tejedora del viento navegante.

No se ha educado aún mi corazón
y, niña, tiemblo en los atardeceres,
me deslumbran el verde, las marimbas
y el ruido de la lluvia
hermanándose con mi húmedo vientre,
cuando todo es más suave y luminoso.

Crezco y no aprendo a crecer,
no me desilusiono,
ni me vuelvo mujer envuelta en velos,
descreída de todo, lamentando su suerte.
No. Con cada día, se me nacen los ojos del asombro,
de la tierra parida,
el canto de los pueblos,
los brazos del obrero construyendo,
la mujer vendedora con su ramo de hijos,
los chavalos alegres marchando hacia el colegio.

Si.
Es verdad que a ratos estoy triste
y salgo a los caminos,
suelta como mi pelo,
y lloro por las cosas más dulces y más tiernas
y atesoro recuerdos
brotando entre mis huesos
y soy una infinita espiral que se retuerce
entre lunas y soles,
avanzando en los días,
desenrollando el tiempo
con miedo o desparpajo,
desenvainando estrellas
para subir más alto, más arriba,
dándole caza al aire,
gozándome en el ser que me sustenta,
en la eterna marea de flujos y reflujos
que mueve el universo
y que impulsa los giros redondos de la tierra.

Soy la mujer que piensa.
Algún día
mis ojos
encenderán luciérnagas.

GUACOLDA by MARIO MELENDEZ



GUACOLDA

Hembra continental vestida para un viaje sin palabras
la sombra del espejo donde mueren las miradas
se parece a ti
tiene las mismas grietas esparcidas en un mar amargo
la misma historia adolorida en el balcón
donde la raza asoma
Oye a los jinetes adherirse al gran imán de los recuerdos
siente a la manada desgarrar las armaduras de los dioses
huele al primogénito del viento galopar de noche
mientras sangran a lo lejos las encías
y la muerte entra en la herida de la muerte
deshuesando el bien y el mal
Sube en el latido del cultrún
hasta donde el cóndor sacude su cabellera intratable
su túnica de plumas ancestrales
su vuelo matrimonial de alas sonámbulas
Y baila
baila junto a los hijos que no vendrán a consolarte
baila entre los guerreros que degollará el olvido
baila con tu pueblo el rito de la flecha sudorosa
el rito de la flecha sin piedad
el rito de la flecha sin sonrisa
el rito de la flecha humedecida
por el llanto de las calaveras
por el llanto de los coihues y de los sueños castrados
Y aún así
cuando la sangre mueva los pies
para hablar con los espíritus
y tú la veas venir hacia tu propia sangre
hacia tu propio pie
hacia tu propio origen
cuando el musgo tape las sobras
de la gran ira de Arauco
y los pájaros queden con la servilleta puesta
malhumorados por no haber llegado antes
cuando los ríos se ahoguen de ardor
y el queltehue amontone los gestos
del último de los caídos
lucha
lucha para que el pan se desmigue en tu mesa
lucha para que el maíz recupere su orgullo
lucha para que la flecha sonría de nuevo
para que el ciervo te enseñe a beber
para que el miedo no roa tu alma
Lucha hasta que el luto anestesie tu edad
porque estás destinada a hacerte llaga
y en ti mamarán las estrellas



sábado, 3 de abril de 2010

EL BARCO DEL ADIÓS by MARIO MELENDEZ




Yo soy el niño que juega con la espuma
de los mares desahuciados
Por esa playa embanderada de gaviotas
yo estiro mis brazos como flojas redes
mientras las olas pellizcan mis sueños
y una sola lágrima revienta contra las rocas
Los arrecifes se asoman a la orilla
vienen descalzos a bailar sobre mi alma
y en sus labios traen algas y corales
la levadura del mar convertida en beso
Yo muevo mis pies entonces
como dos viejos remos
mi corazón es un océano de rostros y de manos
y yo entro en él sin darme cuenta
con mi equipaje de arena
aferrado al timón del viento
a la proa de los años
donde una voz que no es mi voz
eleva el ancla de este pequeño barco
que se aleja con mi infancia a bordo




Mario Meléndez (Linares, Chile, 1971). Estudió Periodismo en la Universidad La República de Santiago. Entre sus libros figuran: "Autocultura y juicio" (con prólogo del Premio Nacional de Literatura, Roque Esteban Scarpa), "Apuntes para una leyenda" y "Vuelo subterráneo". En 1993 obtiene el Premio Municipal de Literatura en el Bicentenario de Linares. Sus poemas aparecen en diversas revistas de literatura hispanoamericana y en antologías nacionales y extranjeras. Ha sido invitado a numerosos encuentros literarios entre los que destacan el Primer y Segundo Encuentro de Escritores Latinoamericanos, organizado por la Sociedad de Escritores de Chile (Sech), Santiago, 2001 y 2002, y el Primer Encuentro Internacional de Amnistía y Solidaridad con el Pueblo, Roma, Italia, 2003, donde es nombrado miembro de honor de la Academia de la Cultura Europea. A comienzos del 2005, es publicado en las prestigiosas revistas "Other Voices Poetry" y "Literati Magazine". Durante el mismo año obtiene el premio "Harvest International" al mejor poema en español otorgado por la University of California Polytechnic, en Estados Unidos. Parte de su obra se encuentra traducida al italiano, inglés, francés, portugués, rumano, persa y catalán. Actualmente trabaja en el proyecto "Fiestas del Libro Itinerante".


viernes, 2 de abril de 2010

ESTAS VIOLETAS MUSTIAS byJUAN RAMON JIMENEZ



Estas violetas mustias...¡Oh qué olor tan lejano!
¿Es un olor que viene de otro mundo, en el viento?
¿O es que el olor, mujer, les llega por tu mano
desde tu corazón, jardín de sentimiento?

¿Quedó, tal vez, su aroma,entre negligencias
vagas y melodiosas de un aire distraído?
¿Es música fragante de ensueños y de ausencias
de un parque verde y triste el reino del olvido?

¡Huelen a versos viejos, a tardes de amor puro,
a corazón de niña, a los primeros llantos,
a aquél abril de plata que el dolor puso oscuro
...encantos sonrientes que fueron desencantos!
Juan Ramón Jiménez

DESDE LEJOS by DELMIRA AGUSTINI


Desde lejos En el silencio siento pasar hora tras hora
como un cortejo lento, acompasado y frío
¡Ah, cuando tú estás lejos de mi alma todo llora,
y al rumor de tus pasos hasta en sueños sonrío!

Yo sé que volverás, que brillará otra aurora
en mi horizonte grave como un sueño sombrío;
revivirá en mis bosques tu gran risa sonora
que los cruzaba alegre como el cristal de un río.

Un día, al encontrarnos tristes en el camino
yo puse entre tus manos mi pálido destino.
¡Y nada más hermoso jamás han de ofrecerte!

Mi alma es, frente a tu alma, como el mar frente al cielo:
pasarán entre ellas, cual la sombra de un vuelo,
la Tormenta y el Tiempo y la Vida y la Muerte!



Reseña biográfica


Poeta uruguaya nacida en Montevideo en 1886, en el seno de una familia burguesa descendiente
de alemanes, franceses y porteños.
Desde muy corta edad incursionó en el campo poético publicando su primer poemario, El libro blanco en 1907.
Luego aparecieron Cantos de la mañana en 1910 y Los cálices vacíos.
Mujer de gran sensibilidad y sensualismo, asombró a Montevideo y Buenos Aires con sus libros de versos.
Contrajo matrimonio en 1913. Su matrimonio fracasó a los dos meses, y un año después, en 1914, murió asesinada
por su marido quien se suicidó después.
Después de su muerte se publicaron dos composiciones más: El rosario de Eros y La alborada.
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